Trending trunk sip ovh App 1win

Cuatro días libres y tres días libres, un debate que avanza en decenas de países

archivo de foto

Foto: Archivo.

Bélgica sorprendió esta semana con el anuncio de una reforma laboral que incluye la posibilidad de reducir la jornada laboral a cuatro días, una novedad que se presentó como una oportunidad para dar más libertad a los trabajadores, aunque lo cierto es que no se reduce la jornada sino que se se puede organizar de otra manera.

La posibilidad de acortar la semana laboral ha comenzado en muchos países a raíz de las nuevas formas de trabajo que ha traído consigo la pandemia, aunque decenas de empresas en todo el mundo ya lo han experimentado, cada una a su manera.

En Bélgica, por ejemplo, un proyecto te permite trabajar menos días pero las mismas horas por el mismo salario.

Según el acuerdo alcanzado entre los ministros de la coalición gobernante, cuya aprobación en el parlamento está asegurada, el trabajador podrá elegir si concentra sus 40 horas semanales en cuatro días o elige un régimen semanal variable, es decir, más horas semanales y más tiempo libre a la siguiente.

El caso de España, uno de los primeros países en hablar de semana laboral de cuatro días, es diferente porque el objetivo es reducir la jornada laboral, como ha señalado el eurodiputado español Íñigo Errejón, impulsor del proyecto en su país.

“Trabajar 10 horas diarias para tener un día libre es un atentado contra la conciliación y la calidad de vida. Se fueron para otro lado”, advirtió Errejón, aunque se mostró satisfecho de que la oportunidad de tener tres días libres ya no fuera tabú y que más y más empresas o países intentándolo.

En Bélgica, por ejemplo, un proyecto te permite trabajar menos días pero las mismas horas por el mismo salario

El proyecto, impulsado por Más País, partido liderado por Errejón, implica una reducción de horarios y se impulsa a través de proyectos piloto consensuados con el ejecutivo.

El Gobierno español aportará 10 millones de euros a unas 200 empresas que participen este año en la prueba de la jornada de 32 horas o de cuatro días. Se estima que llegará a 3.000 a 6.000 trabajadores.

Los principales sindicatos respaldan las medidas impulsadas por Errejón y destacan que se trata de una “reivindicación histórica del movimiento sindical”.

Los empresarios españoles, por su parte, rechazan este modelo de trabajo porque temen que afecte a la productividad.

Sin embargo, según la ONG 4 Day Week Global (4DWG), quienes lo hicieron mejoraron no solo la productividad sino también la salud de los trabajadores y sus familias.

Además, han comprobado que este esquema también sirve para abordar cuestiones de género, permite una división más justa de las tareas de cuidado entre madres y padres y favorece un enfoque más sostenible.

En diálogo con Télam, un representante de 4DWG reveló que el resultado inesperado para las empresas fue que les resultó más fácil atraer y retener talento.

El primer país en introducir el trabajo a tiempo parcial fue Islandia después de un período de prueba de cuatro años (2015-2019) entre los empleados del sector público en la capital, Reykjavik.

2500 personas que trabajaron menos horas sin recortes salariales tuvieron menos estrés y agotamiento, mejoraron su salud y lograron un equilibrio entre el trabajo y la vida personal sin reducir la productividad ni los ingresos del gobierno.

A día de hoy, el 86% de los islandeses trabajan menos horas o pueden solicitar una nueva fórmula horaria, que los sindicatos ya están negociando.

En Nueva Zelanda, Perpetual Guardian aprobó una semana laboral de cuatro días desde 2018, y Unilever lo hizo en 2021. En medio de una pandemia y fronteras cerradas, la primera ministra Jacinda Ardern prometió extenderla para apoyar el turismo nacional y la economía.

Mientras tanto, en el Reino Unido, la iniciativa se ejecuta a través de 30 empresas que, si tienen éxito, podrían ayudar al Parlamento a adoptar por ley una semana laboral de 32 horas a nivel nacional.

En 2015, Suecia intentó reducir la jornada laboral en varios centros de atención a personas mayores, un sector que está teniendo dificultades para contratar personal.

Las 70 enfermeras que participaron en el estudio reportaron menos bajas por enfermedad, mejor salud y mayor productividad. Además, se han creado empleos adicionales y se ha reducido el costo de cubrir problemas de salud.

Sin embargo, los resultados fueron cuestionados por sus altos costos y fueron descartados por el gobierno, aunque algunas empresas, incluida Toyota, aún lo mantienen en la actualidad.

Muchas empresas priorizan el rendimiento sobre las horas trabajadas.

En Japón, Microsoft fue el primero en introducir una jornada laboral de cuatro días y descubrió que los empleados mejoraron su productividad hasta en un 40 % y aumentaron las ventas, al tiempo que redujeron los costos de electricidad, tinta y papel, entre otras cosas.

En Estados Unidos y Alemania también hay empresas que apuestan por una reducción de tiempo, cada una con sus diferencias, como la estadounidense Basecamp, que lo hace solo en verano.

En España, en cambio, DelSol Software, que practica el esquema desde hace varios años, atrajo toda la atención, lo que se tradujo en un mayor rendimiento, una mayor facturación y un menor absentismo.

En Argentina, donde la jornada laboral máxima es de 48 horas semanales, existen dos proyectos para acortar la jornada laboral:

El eurodiputado Frente de Todos y la titular del gremio bancario Claudia Ormaechea, quien propone una jornada laboral de un máximo de 6 horas y un máximo de 36 horas semanales, y el también legislador del oficialismo y secretario general de la CTA, Hugo Yasky, quien propone una semana laboral de no más de 8 horas diarias más de 40 horas semanales.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la mano de obra excedente genera pérdidas de hasta el 3% del PIB.

La falta de descanso se manifiesta de varias formas: reduce la productividad, aumenta el ausentismo, aumenta el riesgo de enfermedades crónicas, cardiopatías, cáncer, abortos en el primer trimestre y partos prematuros.

Se ha demostrado que el 4DWG reduce la semana laboral de 40 a 32 horas tanto para los empleados como para los empleadores.

“Pasamos de trabajar seis días a la semana a hace cinco años”, recordó la ONG, quien subrayó que esta discusión no debe hacer perder el tiempo: “Llegamos demasiado tarde para actualizar”.

Foto: Archivo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.