
El Gobierno ruso ha descartado imponer nuevas restricciones por el coronavirus pese a un fuerte aumento de contagios en los últimos días.
“El sistema de salud está resistiendo, la tasa de mortalidad no es más alta que en los períodos que hemos tenido en los últimos dos años”, dijo Anna Popova, directora de la agencia de salud rusa Rospotrebnadzor.
“Y por el momento no vemos motivos para restricciones especiales”, continuó el funcionario en una entrevista con la agencia de noticias Ria Novosti, que fue reproducida por AFP.
Desde el comienzo de la pandemia, Rusia ha visto más de 680.000 muertes, que es uno de los peores registros del mundo, según el sitio web Govov, que se refiere a las estadísticas oficiales.
Sin embargo, las autoridades se niegan a imponer nuevas restricciones drásticas, como la introducida en la primera oleada en la primavera de 2020, para mantener una economía frágil.
Con la llegada de la variante más contagiosa de Omicron, los países se enfrentan a un aumento exponencial de casos en estos días.
Según cifras del gobierno, por primera vez el 29 de enero superó los 100.000 nuevos contagios diarios.
Los nuevos casos reportados este miércoles, correspondientes a la estadística del martes, fueron 141.883 frente a los 30.000 de hace dos semanas.
Según el gobierno, el número de muertes es limitado, el miércoles hubo 678. En el momento más crítico de la pandemia, el promedio de muertos diarios rondaba los 1.200.
Rusia está más expuesta al virus debido a las bajas tasas de vacunación, donde menos del 48% de la población está vacunada, según el gobernador.