
Los secuestradores que detuvieron a un ciudadano boliviano en Tucumán durante el aparente narcosecuestro no solo lo golpearon con un látigo y un taladro, como se ve en videos y fotos enviados a la familia de la víctima, sino que también lo amenazaron con cortarle los dedos, diciendo que “nadie no quería” cuando no pudieron conseguir los 50.000 dólares de rescate que exigían.
Así se desprende de la resolución de acusación que dictó contra cinco arrestados que la causa está a cargo del Juez Federal 2 de Tucumán Fernando Luis Poviña, a quien Télam tuvo acceso.
En su auto, el juez procesó a los hermanos José Alberto „Pindy“ Alderetes (31), Débor Daniel „Debi“ Alderetes (36) y Mercedes Alejandra Alderetes (34), Eduard Gabriel Juárez (29) y Juan José Álvarez (32), como coautores de secuestro inducido por extorsión, complicado con la participación de tres o más personas”, delito que enfrenta de 10 a 25 años de prisión.
el tambien tiene una causa otro sospechoso identificado con la orden de aprehensión, que sigue prófugodijeron fuentes judiciales.
Tenía el caso como víctima y Un ciudadano boliviano de 34 años que lleva 24 días desaparecido -a pesar de que sus presuntos presos ya habían sido detenidos- hasta el pasado lunes había logrado encontrarlo con vida en su país de origen, donde dijo que si no compareció ante las autoridades fue porque tenía “mucho miedo”.

Según Pedro Rebollo, Agustín Chit investigadores de la Fiscalía Federal 2 y Auxiliar Fiscal de la Unidad Fiscal Especializada en Extorsión (Uphesus), la víctima viajó el miércoles 16 de marzo desde Bolivia a Argentina por el Paso Internacional Villazón-La Quiaca con destino a Tucumán. Provincia, donde llegaría dos días después, el viernes 18.
Durante esa noche, un grupo de personas partió a través de dos líneas telefónicas prepagas y a través de mensajes de WhatsApp. recuperar 50.000 dólares de la pareja y madre de la víctima a cambio de su liberación.
Los detalles de este traumático secuestro por extorsión para la víctima, incluidas las denuncias de extorsión que recibió la pareja, se centran en la acusación del juez Poviña.
“Oye, escúchame, ¿qué vas a hacer? ¿O qué?” ¿Seguiré torturando al culiao (sic) aquí? Oh, meta, ¿qué vas a hacer? Te paso las facturas de la gente para que me mandes dinero o como lo arreglamos. O le doy un tiro en la cabeza”, amenazó uno de los integrantes de la banda en un audio enviado la tarde del 21 de marzo.
Las amenazas continuaron: “Y dime si quieres que lo lastime más. Si no me da dinero, lo mando dedo por dedo, te mando a ti”.

“Mándame un mensaje mañana por la mañana para enviarte las facturas de la gente. Te envío un depósito a través de Western Union”, dijeron en otro informe.
En otra de las grabaciones de audio transcritas en la resolución, los secuestradores determinaron el monto del rescate que exigían por su liberación: “Dígale a esa mujer que le pido cincuenta mil dólares. Que me haga una oferta razonable y liberaré a su marido”..
Como “prueba de vida” y como forma de obligar a la familia a pagar un rescate, los secuestradores acompañaron estas grabaciones de audio. fotos y videos que muestran a la víctima siendo golpeada con un látigo y un taladrola cual fue realizada en dos lugares posteriormente identificados y asociados a la pandilla: en la casa de los hermanos Alderetes en el Barrio 447 Viviendas, Las Talitas, en la ciudad tucumana de Tafí Viejo, y en una obra ubicada a 300 metros de distancia en el mismo distrito.
Uno de los imputados, Álvarez, se hizo cargo de la casa en construcción.
Álvarez dijo que trabajó en la obra, pero que también lo hizo Alderetes lo contrató como “labrador” y que por ser “pipero” le pagaban “mil pesos diarios en pasta básica para cuidar la casa”..
Sobre el secuestrado, recordó que “Pindy” y “Debi” Alderetes llegaron al trabajo en una camioneta “con un niño que tenía la cabeza vendada”.
“Pindy” Alderetes le dijo “me quedo un rato con el tipo porque me debe dinero” y luego le dio una piedra de “pasta base” para que fumara “y participó en uno de los videos de chantaje que le envió a Su familia.

El imputado dijo que en la firma de “Pindy’s” su participación en este video consistió en “levantar la cabeza a la víctima”, asegurando que quien filmaba todo era “Debi” Alderetes.
Álvarez estimó que la víctima estuvo retenida en el trabajo “un día”, aunque los investigadores creen que la captura se prolongó.
Cuando Álvarez describió el momento en que la víctima fue liberada sin pagar rescate, “le dijeron ‘Nadie te ama’ y lo dejaron ir”.
El mismo imputado es quien reconoció las voces de los hermanos “Pindy” y “Debi” Alderetes mientras escuchaban las grabaciones de chantajes enviadas por WhatsApp.
En tanto, Alejandro Alderetes también quedó comprometido por su detención intentó desechar cinco cápsulas que contenían 38,7 gramos de clorhidrato de cocaína.
Estas cápsulas son las que los investigadores sospechan que la víctima pudo haber ingerido desde su país, aunque su declaración será vital para esclarecer este y otros puntos, dijeron las fuentes.
Los querellantes en el caso informaron a fiscal.gob.ar que “luego de que Interpol pudo encontrar su lugar de residencia, la Dirección General de Cooperación Regional e Internacional (DIGCRI) está evaluando cómo escuchar a la víctima para que rinda declaración”.