
Un juzgado federal de La Plata activó esta semana un intercambio de llamadas telefónicas entre los imputados en una causa que investiga la supuesta elaboración de expedientes contra dirigentes sindicales por parte de exfuncionarios del gobierno bonaerense durante la jefatura de María Eugenia Vidal.
La medida fue solicitada por la fiscal federal Ana Russo y ordenada por el juez federal Ernesto Kreplak durante la primera quincena de enero, pero avanzó el jueves pasado luego de que se completaran los números telefónicos utilizados por los imputados durante el período de investigación.
El juez solicitó de oficio a cuatro compañías telefónicas que “envíen detalles de llamadas entrantes y salientes, así como mensajes de texto entrantes y salientes, en un plazo de 48 horas, desde el 1 de mayo de 2017 hasta el 31 de diciembre de 2017”, las líneas telefónicas que se investigan.
La medida alcanza al exgobernador Vidal y a todos los que se dieron cita el 15 de junio de 2017 en el salón de usos múltiples del Banco Provincia de Buenos Aires, oportunidad para que empresarios, funcionarios de gobierno y directivos de la agencia federal de inteligencia discutan estrategias para lograr la prisión . dirigentes sindicales como Juan Pablo “Pata” Medina del departamento de construcción.
El primer imputado en el expediente fue el exministro de Trabajo bonaerense Marcelo Villegas, quien en la reunión -cuyo registro audiovisual fue encontrado en la AFI y llevado a la justicia por la actual intervención- manifestó el deseo de tener una “Gestapo” -la política del régimen nazi-. policía – para actuar contra los sindicatos.
En estos momentos, el juez federal La Plata analiza la información recabada en el expediente y sigue practicando pruebas para reconstruir cómo se produjo ese encuentro, quiénes y cómo se registró, por qué se llevó a cabo en la sede del Banco Provincia de Buenos Aires y entre los Temas principales trata de esclarecer qué hicieron allí los directores de la AFI.
La agenda de trabajo de Villegas, que ya está en manos de la justicia, ha aportado nuevos elementos a la investigación, reforzando la idea de que funcionarios del gobierno de Vidal coordinaron acciones distintas a las permitidas por la ley de inteligencia con la AFI, que imputaron a Gustav Arribas y Silvia Majdalani. Ellos condujeron.

“ENCUENTRO CON MAJDALANI / GRASSI. (LETRAS MAYÚSCULAS).” Lea en mayúsculas un registro del 12 de junio de 2017 en el Diario de Villegas.
Majdalani era entonces subdirector de la AFI, y Grassi era el exviceministro de Justicia de Buenos Aires Adrián Grassi, quien también asistió a una reunión en Bapro tres días después.
Un exfuncionario de la cartera judicial bonaerense está citado este martes a una comisión parlamentaria bicameral de control de inteligencia, aunque no está obligado a asistir por no ser agente de inteligencia.
Entre los testimonios recogidos durante la semana por el juez federal Kreplak estuvo el testimonio del periodista de La Nación Hugo Alconado Mona, quien confirmó la información en su libro “La Raíz”, en el que relató en 2018 sobre una reunión realizada en la sede bonaerense de Bapro. .
El periodista aseguró que esta información se la proporcionó un funcionario bonaerense, quien ya reconoció el trabajo coordinado entre la administración porteña y la AFI.
Además, un exgerente de seguridad de la sede de Buenos Aires, el Banco Provincia, declaró como testigo durante la semana pasada y afirmó que no había cámaras de seguridad en el vestíbulo del edificio, lo que refuerza la hipótesis de que la investigación fue grabada por cámaras colocadas específicamente para el caso. ocasión.
Se trata de Mariano Albito, quien ya declaró ante la comisión legislativa bicameral para el control de los servicios de inteligencia y ahora lo hace como testigo ante el juez Kreplak, según pudo reconstruir Télam de fuentes judiciales.
El exjefe de seguridad de la sede de Bapro en Buenos Aires, bajo juramento de verdad, como todo testigo está obligado a hacerlo, reiteró lo que ya había dicho en el Congreso: que ya no se investigaban cámaras de seguridad en la sala de reuniones.