
Cuatro testigos, entre trabajadores e investigadores, fueron citados a declarar este miércoles en la audiencia 14 del juicio de Nora Dalmasso, cometido en noviembre de 2006 en Córdoba Río Cuarto, por el que se acusa al viudo Marcelo Macarrón, dijeron fuentes judiciales.
Dos de los testigos, Walter González y Roberto Bárzola, son pulidores de pisos que realizaban labores en la casa de la familia Dalmasso-Macarrón al momento del asesinato de las mujeres, mientras que el resto, Oscar Aguirre y Rubén Pérez, comparecieron durante el debate. y están relacionados. para investigar los hechos.
El asesinato de las mujeres se cometió entre las 20:00 horas del 24 de noviembre de 2006 y las 03:15 horas del día 25, cuando el viudo se encontraba en un torneo de golf en Punta del Este.
El cuarteto declarará ante un jurado popular y miembros del Juzgado Técnico Penal de Río Cuarto que adelantan un debate en el que el esposo de la víctima, el traumatólogo Dr. Marcelo Macarrón, es el único acusado de presunto instigador por el cargo de “homicidio calificado por conexión , traición y precio. o la promesa de recompensa en una competencia ideal”, que es un delito que considera pena la cadena perpetua.
Según la solicitud del actor, probablemente varios meses antes del 25 de noviembre de 2006, Macarrón instigó el crimen de su esposa motivado por conflictos matrimoniales y acordó con otras personas -aún desconocidas- ejecutarlo.
Para la demandante, el viudo pretendía “sacar una ventaja, probablemente política y/o económica, del ruido de una posible muerte”.
El asesinato de las mujeres se cometió entre las 20:00 horas del 24 de noviembre de 2006 y las 03:15 horas del día 25, cuando el viudo se encontraba en un torneo de golf en Punta del Este.
En ese momento, Al menos una persona ingresó a una casa familiar ubicada en la colonia Villa Golf de Río Cuarto, donde agredió a Nora y “se le acercó apenas dormía en la habitación de su hija, ubicada en el último piso de la casa”.
Según la causa, el agresor la asesinó con un “toalla en cinturón de la bata que había en la habitación” y luego “ordenó la escena para simular un acto de carácter sexual, tras lo cual abandonó el lugar sin dejar rastro de su persona.”